Mi
corazón añora un lugar seguro, no busca sufrir, no está dispuesto a ser pieza
de un juego de dolor, esa experiencia ya quedó registrada en el historial y no
es ese el juego que añora mi corazón, para eso hay otros valientes. Mi
masoquismo es distinto, solo añora la estabilidad de un amor seguro, constante,
creciente y vivo. Hoy no estoy dispuesto a ser juzgado, a prestarme al juego de
la selección. Yo
conozco mi valía y la ostento como tesoro. Solo quiero ser amado como ser
humano, con la perfección e imperfección que me caracterizan naturalmente, sin
máscaras, sin poses, sin competencia. Quiero monogamia, soy monógamo y no
quiero más que eso. Seguridad. Hoy es mi corazón el que añora una relación, no
es mi cuerpo el que habla, aunque tiene una fuerte voz, el corazón hoy grita
más fuerte.
Mi alma sabe que esta necesidad está en aras
de ser satisfecha, mi petición diaria está en cola de servicio del Universo.
Hoy estoy seguro por alguna razón de que tendré lo que ansío, en todo sentido,
y agradezco a priori tal bondad a Dios. Amo y dejo que el espacio se llene.
Aquí estoy para recibir a una persona, a esa persona especial, a la persona que
permanecerá el resto de mi vida en mi corazón y quien me dejará vivir en el
suyo para siempre.
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