lunes, septiembre 05, 2011

Exorcismo onírico

Soñé que estaba haciendo una obra de teatro tipo "¡Qué Plantón!", yo dirigía y me acompañaba mi mamá y mi hermana, y en el teatro había muchos demonios que eran como personas, todos hombres grandulones, vestidos de traje o ropas oscuras, malencarados, con gesto de demonios, pieles grises, ojos enrojecidos, dientes afilados y sangrientos. Estos demonios comenzaron a acosar a todas las personas, tomaban a algunas y luego de violentarlas (azotarlas contra objetos, morderlos y no sé que más) se introducían en sus cuerpos. Un grupo de personas permanecimos aterrorizados viendo la situación, investigando cómo salir sanos y salvos. Los demonios nos habían encerrado en el edificio. Salí al lobby y logré despegar una ventana de su cancel y salir por ahí con mi mamá, pero mi hermana había ido por no sé quién.

El lugar a donde salimos era muy parecido al TEC-CCM, salí yo primero por esa ventana, primero los pies y luego el cuerpo, y luego ayudé a mi mamá a salir (extrañamente la ayudaba a salir tanto por dentro del edificio como por fuera simultáneamente). Al sacarla le dije que corriera a las "oficinas" que eran como el edificio de Oficinas 1 del TEC-CCM, para llamar a la policía y grité por la ventana hacia adentro del lobby, a mi hermana para que llegara y ayudarla a salir, pero no aparecía, me preocupé. Al gritar, vi que también había demonios afuera y en todo el trayecto hacia el edificio de Oficinas 1. Me preocupé por mi mamá. Entonces me desesperé y declaré que ningún demonio iba a acosarme a mí ni a mi familia.

Desperté a medias. Comencé a orar y pedir ayuda a Dios y al Arcángel Miguel para erradicar a todos los demonios de mis sueños. Comencé a escuchar ruidos en la habitación, pero no quise abrir los ojos ni despertar del todo (estaba aún medio dormido), y así seguí orando, medio soñando y medio despierto. Reuniendo fuerzas para erradicar a los demonios de mis sueños y de mi entorno, con intercesión del Arcángel Miguel y toda su hueste celestial.

En ningún momento del sueño ningún demonio me tocó siquiera, pero todos parecían acercarse para atacar en todo momento. Creo que siempre estuve protegido a pesar de no ver la protección directamente. Luego de un largo rato logré dormir tranquilamente con sueños más tranquilos. Al levantarme en la mañana hice oración y decreté la expulsión de cualquier demonio de mi cama, de mi casa y de mi vida para siempre en el nombre de Dios, de Jesucristo y por intercesión del Arcángel Miguel. Esta había sido la segunda noche de tener sueños parecidos, ya no más. Recordé que mi mamá había tenido sueños parecidos en las últimas semanas. Ya no más. Ya no más en el nombre de Dios, de Jesucristo y por intercesión del Arcángel Miguel.

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