jueves, diciembre 23, 2010

Duele el amor


La gente puede hacer mil cosas, pero lo que hacen es lo que realmente importa. Sí, él me gusta mucho, me parece encantador, muy guapo, muy talentoso, muy centrado, algo maduro (hasta cierto punto) pero no me gusta que juegue conmigo, no me gusta ser plato de segunda mesa, no me gusta que se me utilice como herramienta así de modo tan egoísta.

¿Por qué me lastimas así? ¿Por qué me haces soñar y luego me cortas las alas? ¿Por qué me engañas y por qué te engañas? No tienes los pies en la tierra, no sabes lo que quieres y eso está claro. Pero no voy a permitir que juegues conmigo, no quiero juegos, quiero la esencia, la más pura y auténtica verdad. No quiero estar más así. No me gusta esta insatisfacción, frustración, no me gusta el desasosiego que dejas en mí. En verdad me creas esperanzas, me enamoras, te tomas todo tu tiempo, te esfuerzas en los detalles y en las palabras y lo logras y luego me tiras como envoltura, me dejas por otro, entonces veo que no me querías a mí, querías simplemente algo, y lo peor es que no lo quieres a él tampoco, lo cual me duele muchísimo más, porque él merece algo maravilloso, y así demuestras que definitivamente tú no lo eres. ¿porqué juegas? ¿no sabías que con el corazón no se juega? Con las ilusiones, sueños y sentimientos de los demás no se juega, porque es lo más preciado. Puedes jugar con el tiempo y si quieres hasta con el dinero, pero NUNCA con el corazón, porque eso trae peores consecuencias, es lo que nos conecta a todos en el Universo, y jugar con fuego quema.

El Universo es sabio y todo lo que se hace se paga, sea bueno o malo, pero si tú no sabes por qué lo haces, más te vale ir aprendiendo rápido, porque no mereces sufrir ni hacer sufrir a más gente. No vale la pena.

Y mientras me quedo yo con mis heridas, que a fin de cuentas son superficiales, son solo de ego y de esperanza rota. Nada que un tiempito de inmovilización no cure, pero ¿era necesario? No lo creo. No me gusta, no es mi estado natural y afecta todos mis demás elementos. No quiero sufrir más. No lo permito. No permito que juegues con mi corazón. No lo tocarás más, aunque quieras. No eres admitido ya. Te quiero, pero no puedes pasar.

Me siento mal y no quiero que siga pasando. No quiero sentirme así ya. No sé que va a pasar cuando te vea de nuevo. Te sonreiré y me sonreirás, nadie dirá nada y platicaremos de cosas vanas, reiremos más y sentiré en mi interior que quiero tu atención, pero con el dolor de que me vas a lastimar. Y sé que lastimándome también juegas con él que no lo merece, me atormento con eso porque me parece vil. Y no me gusta que seas vil. Creo o me haces creer que no te das cuenta, lo cual es parte de tu encanto, pero no me gusta para mí. Te quiero pero te debo dejar. Es lo saludable, porque me quema este fuego y no me gusta, no hay reciprocidad. Solo hay dolor. El dolor sin amor no satisface.

Me estoy enamorando de alguien que no existe, ni te conozco y ya te extraño, y es que he estado esperando a un amor desde hace mucho, por eso creí que eras tú, pero tú no tienes objetivos claros. Yo he depositado todas mis esperanzas, sueños y deseos en este momento en tí, sin siquiera saber si los llenabas o no. Solo deseaba que así fuera y ahora me enfrento con la frustración, y el dolor de romper mi sueño. Me debe servir para aprender, pero no quiero ser duro, solo no sufrir tanto.

Y sigo con la esperanza de que me mandarás mensajes, de que voy a tener noticias tuyas, veo una y otra vez mi teléfono, como la canción de Timbiriche, como si con verlo pudiera jalar los hilos de tu voluntad para llamarme, para mandarme un mensaje. Y no me llamas más. Eso me hace sentir más mal, mi frustración crece, digamos, que por propia voluntad por que yo mismo lo provoco, pero no puedo evitarlo, estoy en un proceso de entenderlo, de entenderte y entenderme.

No hay comentarios.: