miércoles, mayo 07, 2008

Otoño en primavera

Sé que lo que estoy viviendo tiene su repercusión en lo que voy a hacer, espero que lo que venga en mi vida me impulse para triunfar por fin. Veo esa meta como algo que se me escapa, no reconozco el camino que me estaba definiendo desde un principio, se ha desdibujado. ¿Dónde estoy? Me descubro perdido en una ciudad que no me gusta, entre gente que no conozco, aunque entiendo que cada persona cumple un requisito en mi vida y yo cumplo un requisito en las vidas ajenas, no veo cuál es el verdadero camino que me llevará hacia donde quiero llegar. Sé que cada evento es un ajuste para adecuar la rueda del destino hacia lo que le pido a la vida, que nada es fortuito ni casual. Sin embargo temo perderme más. Y me aseguro de que mis pasos sean contundentes, que no me aleje de mi destino, pero con gran miedo descubro que mis metas se van transformando… creo que lo que temo realmente no es que mis caminos sean errados, sino que el que ha cambiado soy yo… no lo deseo. No quiero cambiar mis metas… no quiero distraerme más. Me he dejado llevar por la corriente de las obligaciones y los derechos, por el sistema que gobierna las mentes y los bolsillos, por los esquemas y las etiquetas… por el trabajo y los horarios. Y me doy cuenta de que mis metas se adaptan a esto. Temo… Esto no era yo, esto es ser una gota más del mar y eso no es lo que yo soy realmente…

Entre enamorados y enamoradas, entre amores y desamores, celos fallidos y ganas de desapegarse totalmente de todo y de todos, eso es lo que mi vida es en este momento. Gracias a Dios no estoy solo, tengo quien me ame y tengo a quien amar, esto en dulce y pura correspondencia, por bendición. Ahora solo quiero libertad. Sigo atado, sigo dependiendo, sigo esperando órdenes, sigo ajustando mis tiempos, gastos y deseos a lo que los que me rodean quieren, sean conocidos o desconocidos. Supongo un momento de lucidez cuando creo, cuando pinto, cuando bailo, cuando canto, cuando trabajo… pero descubro que todo es parte de un juego que parece no darme cuerda a mí sino a algo ajeno y desconocido… Deseo, pido a Dios que el objetivo de mis acciones repercuta positivamente en mi vida. Llegar más alto y lejos. Triunfar y mantenerme amado por siempre. Amar en plenitud y sin más desencanto. Amar y orgullecerme de hacerlo y recibir lo mismo o más en retribución. Ser uno con Dios. Unificarme por fin. Regresar al hogar. Al centro. A la unidad. A Todo.

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