martes, marzo 30, 2010

Reflexion Reflejo

De verdad fui egoísta. Hoy me pongo a pensar, me veo a mí mismo hace unos años con el conocimiento y madurez actual y descubro que no dí lo que debía, que no fue lo suficientemente fuerte para sostenerte en tus momentos débiles. No sabía, te aconsejaba, como si pudieras cambiar tus percepciones tocando un botón. Creía que exagerabas, creía que tus padecimientos eran un llamado de atención y cariño. No entendía, la atención y cariño siempre los has tenido, necesitabas apoyo, pequeña gran diferencia…
Pero entiende que yo no tenía la madurez, no tenía el entendimiento de muchas cosas, no comprendía tu sufrimiento, y no te amaba tanto como para dejar que el amor fuera el impulso. Te quiero, siempre te he querido, pero ahora descubro que no estaba en mis manos. No podría sostenerte, podía seguir diciéndote frases reconfortantes todos los días, hasta el fin… pero yo no iba a crecer tampoco de ese modo. No era mi culpa y no era tu culpa. Te pido perdón por no entenderlo, pues te lo hubiera dicho así. Evitándote algún dolor extra, creíste que te traicioné. Era solo que no sabía y no pude sostenerte.

Pero algo bueno salió de todo esto, escribiste un libro, compusiste varios discos, desarrollaste nuevas obras, te encontraste a ti. Descubriste nuevos poderes en tu interior y lograste sostenerte… Todo ocurre por algo.

Ahora te extraño y pienso en lo que hice… veo que sí, fui egoísta al alejarme, pero hice todo lo posible en mis posibilidades. No sé si tú hubieras hecho por mí lo que esperabas que yo hiciera por ti. Lo que sí sé es que me lastimaste con flagrante dolo. Eso marca la gran diferencia entre tú y yo. Así es la vida.

No hay comentarios.: