
Me siento perdido de nuevo, ahora que viene un nuevo cambio, un nuevo reto de vida y un regreso al seno materno tan anhelado y tan temido. Ahora estoy desquilibrado, temo, siento nostalgia, dudo, me siento débil, triste, incompleto, frustrado, siento que he fracasado en parte de mi misión, que aunque todavía no termino, no estoy cerca de donde debería, siento, sin embargo, que estoy a punto de comenzar esta fuerte travesía, que este nuevo tiempo será definitivo, de trabajo intenso, de reunir fuerzas y dejar de jugar a vivir, sino enfrentar todo lo que hasta ahora en mi vida he estado evitando. Responsabilidades, incursión económica fuerte,
¿Qué es lo que quiero? Algo cambia en mí y no lo reconozco, estoy cansado de jugar con reglas de otros tiempos y otras vidas. Es hora de intentar desafiar la gravedad.
Me estoy perdiendo de nuevo (¿alguna vez me he perdido antes? No lo sé, pero siento que no es la primera vez) No me conozco en este momento, me he enfocado en otros, le dedico mi energía a los demás, brindo mi tiempo y buena voluntad a los demás según me lo van pidiendo, mido mi tiempo y otorgo cada momento para el crecimiento de los demás y me veo en el espejo desgastado, no soy el que era antes… y eso en tan sólo pocos meses, el cariño, el amor, la preocupación por los demás absorbe la energía, desgasta, debería, por el contrario, brindar energía de juventud, recargar las pilas, dejar como resultado una belleza absoluta y luminosa, pues ¿acaso no “todo lo que se da se recibe de vuelta” “toda acción tiene una reacción”? Aquí parece que la reacción a una acción altruista y llena de amor y compasión es un desgaste, envejecimiento y algún tipo de pérdida… no debe ser… algo salió mal. No lo creo posible y no lo permito más. No voy a quedarme así. Voy a volver a quererme, me estoy olvidando de mí otra vez… ¿Quién soy yo? ¿A dónde voy? ¿Cuál es mi meta… mi camino a seguir? ¿Dónde estoy ahora que me he desviado? ¿A dónde llegué y cómo puedo salir de aquí?
¿Qué es lo que quiero? Algo cambia en mí y no lo reconozco, estoy cansado de jugar con reglas de otros tiempos y otras vidas. Es hora de intentar desafiar la gravedad.
Me estoy perdiendo de nuevo (¿alguna vez me he perdido antes? No lo sé, pero siento que no es la primera vez) No me conozco en este momento, me he enfocado en otros, le dedico mi energía a los demás, brindo mi tiempo y buena voluntad a los demás según me lo van pidiendo, mido mi tiempo y otorgo cada momento para el crecimiento de los demás y me veo en el espejo desgastado, no soy el que era antes… y eso en tan sólo pocos meses, el cariño, el amor, la preocupación por los demás absorbe la energía, desgasta, debería, por el contrario, brindar energía de juventud, recargar las pilas, dejar como resultado una belleza absoluta y luminosa, pues ¿acaso no “todo lo que se da se recibe de vuelta” “toda acción tiene una reacción”? Aquí parece que la reacción a una acción altruista y llena de amor y compasión es un desgaste, envejecimiento y algún tipo de pérdida… no debe ser… algo salió mal. No lo creo posible y no lo permito más. No voy a quedarme así. Voy a volver a quererme, me estoy olvidando de mí otra vez… ¿Quién soy yo? ¿A dónde voy? ¿Cuál es mi meta… mi camino a seguir? ¿Dónde estoy ahora que me he desviado? ¿A dónde llegué y cómo puedo salir de aquí?
Voy a tomar nuevas medidas, voy a dedicarle a cada quien su tiempo, pero después de dedicármelo a mí, seré egoísta en Pro de los demás no puedo brindar algo que no tengo… debo generarme energía, belleza, amor, paz (¿Dónde quedó mi inagotable fuente de paz? ¿Dónde se me olvidó? ¿o no la abandoné nunca?)… en fin, voy a dedicarme el tiempo que merezco y pocos me dedican y voy a seguir dando todo lo que quiero dar a otros, pero después. Voy aprendiendo… cada día es un nuevo giro de aprendizajes anteriores, nuevos puntos de vista y nuevas oportunidades de pulir este diamante que quiero ser. Al fin de cuentas lo que quiero sí es brindar mi luz… y la puedo perder si no me fijo bien, si no me cuido a mí mismo, porque no todos me cuidan.
Aquellos que me cuidan son siempre bendecidos con mucho más de lo que me dan y así seguirá siempre porque permito que la abundancia fluya siempre a través de mis obras y actos, de regalo y de regreso…
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