
Tengo una esperanza de vida. Hay un nuevo ser que se acerca y que parece cumplir con todas las características descritas en la lista de deseos ¿debo seguir adelante? Tengo miedo de perder lo que he ganado. No quiero retroceder en mi camino... Es muy importante no retroceder! No quiero perder...
Me doy cuenta de que me importa más mi carrera, mis sueños, que mi gana de enamorarme hoy por hoy. Siempre he sido frío, excepto cuando me he enamorado... no estoy enamorado todavía... Estoy dejándome llevar por el impulso. Estoy disfrutando y dejando los sentimientos asentarse. Todavía me importo más yo mismo que el resto del mundo. Y todavía me importa el resto del mundo más que un solo fragmento de él...
Sin embargo mantengo la ilusión viva. Alimento los anhelos ajenos queriendo ser inundado por ellos. Pero temo la inevitable levedad del ser... (Milán Kundera sabiamente lo describió con este elocuente título).
Parece demasiado fácil y demasiado simple... Necesito intensidad, necesito fuertes aspiraciones, no quiero estancarme, no quiero volverme un árbol, quiero volverme un planeta.
¿Que va a pasar? ¿Voy a cambiar mi vida nuevamente? ¿tendré el tormentoso cambio una vez más? No estoy acostumbrado a los cambios drásticos, los prefiero constantes toda la vida, pequeños y definitivos, pero no tan contundentes... Eso me da miedo... pierdo el control.
Aventarme hacia el precipicio. Tomar la decisión de ESCOGER una vida, un camino sin tener la certeza de que estoy agusto... prefiero hacerle caso a mi corazón. No quiero hacer sentir mal a nadie, pero es que tengo mucho miedo y todavía no hay nada que me haga sentir esa auténtica voluntad de estar dispuesto a aventarme a lo desconocido. A aventurarme a vivir en pareja. Tengo miedo. ¿Tu que sientes al respecto? tienes mucho menos que perder, aunque parece que tienes mucho más que ganar que yo... sin embargo eso no es cierto porque tengo mucho más que ganar sea donde sea... y eso es lo que realmente quiero. Ya no perder más. ya no más... quiero ganar, quiero triunfar... con seguridad y los pies bien puestos en la tierra.
3 comentarios:
Puf... Te leo y no puedo evitar hacer una revisión de mí mismo, de mis propias catarsis y anhelos, de mis inquietudes y temores. Estuve en México unos días y la sacudida interna fue tremenda. Uno de los catalizadores fue encontrarme casualmente con una caja llena de diarios en los que escribí a lo largo de la década de 1990. Leí fragmentos, primero al azar y luego guiado por lo que en mis breves lecturas descubría de mí mismo. Regresé a Barcelona hace un par de días. Con la mente llena de cosas. Con la intriga y el deseo de volver para seguir leyendo esas historias que de pronto me parecieron ajenas.
Te cuento esto porque ahora, te leo y me leo. Te leo aquí, en tus Mensajes Angélicos y en tus Lecciones de Vida. No dudo que antes de la era de los blogs te hayas visto con la necesidad de escribir como ahora, aunque fuese sobre soportes más concretos; incluso es probable que aún lo hagas.
Por lo pronto, me alegra visitar estas ventanas que dejas abiertas al ciber-navegante. A través de ellas, siento que te acompaño en lo que te alegra y en lo que te acongoja... Te acompaño aunque sea con la lectura esporádica. Y si de algo sirve a veces la compañía, es por lo menos pa recordarnos que no estamos solos. Puede que sea poco o sea mucho; no lo sé, pero es algo.
Ojalá me permitas seguirte acompañando en el trayecto; espero no te resulte incómodo o entrometido. Recibe un fuerte abrazo.
PD. Con tanto rollo no dije lo fundamental: estoy seguro que triunfarás amigo!
He descubierto estos comentarios que me parece que ya tiene teimpo uqe has puesto, mi querido ernesto. Por supuesto que estás invitado a permanecer en el trayecto escrito y catártico de este y todos los blogs, muchas gracias.
Te pido una disculpa si encuentras cosas que puedan escandalizar o sorprender, y te pido una disculpa también, si tal vez, por el contrario, no las encuentras... Ya ves cuán complejo puede ser el universo en cada uno de nosotros.
Para mí también es un placer seguir tus blogs. Te mando un abrazo.
Publicar un comentario