jueves, agosto 23, 2007

Mañana es mi (amargado) cumpleaños.

Mañana es mi cumpleaños y me siento extraño. Quiero festejar, como debe ser, como se supone que uno festeja lleno de alegría por tener un año más de vida, pero comienzo a darme cuenta de que cada año sufro esto mismo... es una amargura extraña, es un verdadero "año nuevo" personal, un recuento de lo que he logrado y lo que no, lo que soy y lo que tengo... lo que "los demás" ven en mí, cuánta gente conozco, cuánta gente se "alegra" de mi cumpleaños, descubrir que la gente no me conoce... descubrir que la gente que me conoce es poca... y esto es una sensación amarga. No sé si quiero que me conozcan...un momento... Sí, sí quiero que me conozcan y me reconozcan, quiero reconocimeinto, quiero ver a los demás plenamente felices de que yo esté en sus vidas, ser importante y necesario para otros, (el verdadero yo, no alguien que se hayan inventado con mi nombre, como sucede en este momento y suele suceder muchas veces).

Quisiera en mi cumpleaños festejarme yo mismo y sentir el gozo y el orgullo de ver en los demás la alegría de que sea mi cumpleaños y jactarme de que yo mismo les ocasiono esa alegría, por eso quiero yo organizar mi festejo. O quiero que otros me festejen sorpresivamente y me den todo lo que me gusta, que me hagan "rey" por un día y me concedan todos mis deseos... pero ¿quién me conoce tanto que sepa cuáles son mis verdaderos deseos sin preguntarlo?... de otra forma quemarían la sorpresa y caería en el "tengo que hacerles creer que me sorprenden", creo los que realmente me conocen no están en este día cerca de mí... y eso incrementa la parte amarga del agridulce.

Por eso no disfruto mis festejos, porque comienzo a sentir demasiadas obligaciones y compromisos: debo sonreir, debo disfrutar, debo juntar a mis seres queridos, debo hacer lo que se me dé la gana, pero debo atender a los "invitados" (si los hay) y hacerlos sentir contentos, debo... debo... y en verdad debo... y ya no quiero tener deudas... ¿Me ayudas Dios?

En este nuevo recuento veo que soy un hombre realmente adulto, con más pelos en el cuerpo y menos cabello aunque me engañe y logre engañar a otros de que no es así, que sigo sin tener mi propio patrimonio y que al contrario, tengo más deudas de las que debería tener alguien sin patrimonio. Que dependo económica y emocionalmente de personas que no me conocen y no se interesan en conocerme. Que tengo sueños y camino hacia ellos distraído por nuevos compromisos laterales al camino que no puedo eludir... ¿o si?... Ansío libertad, hoy me siento atado a compromisos, me he dejado sucumbir al jusgo de los adultos... lo reconozco. He hecho lo que he querido en mi vida, pero no he logrado asentarme, he volado demasiado en mundos extraños, he conocido al demonio, a los extraterrestres, a los santos, a Dios, y a mí mismo... cosa que pocos han logrado, He transformado vidas, sé lo he hecho, pero aún me queda esta extraña sensación de que no soy lo trascendente que quiero ser. No he llegado ni a una fracción de lo que deseo ser a esta edad... tengo unas horas para lograrlo, mi cumpleaños es mañana... ¿Lo lograré?... Sigo intentándolo... y me queda la sensación de amargura de que tal vez no lo logre este año...

Es mi año nuevo personal y no me gustaría aumentarle nada a la lista de propósitos (que me hago diario y edito en cada momento, y cada momento comienzo, pero a veces no acabo)No, no más propósitos... quiero descansar, quiero ya llegar al momento en que vea hacia atrás y reconozca mis logros....

Releo el párrafo anterior y me aterra la posibilidad de que la flojera esté atacando mi alma, que el sedentarismo emocional me amenace con una sentencia terrible... que no tenga verdaderamente más que encontrarle a la vida, más aprendizajes, más enseñanzas que dar. Me aterra no poder crear más ni poder hacer cosas nuevas, que mi espíritu esté cambiando... Reconozco que hoy tengo una pesada sonrisa obligatoria en mi boca, nada que nazca de mi corazón, tengo que sonreír para que crean que estoy feliz, Reconozco que tengo que seguir para que crean que tengo bríos... He olvidado reír y andar por mi propio gusto... Creo que he perdido la luz que antes me definía... Porque sé que a "Luis Ernesto, Luiser, Luis, Wicho, Neto, de la Garza, o comoquieran" se le puede identificar por una luz que puede dar calor a los corazones y guiar a las almas perdidas... Temo perder mi luz personal. No... no quiero, y no lo voy a permitir.

No voy a permitir que la tristeza, la amrgura, la pesadez, la soberbia, la oscuridad o cualquier otra cosa parecida toque mi vida un año más... ni siquiera un día más, no lo permito... NO LO PERMITO.

Es hora de festejar... de verdaderamente sonreír desde el centro hacia afuera y recibir luz y brindar calor... de ser yo mismo y nada más... Es hora de disfrutar... de gozar, que el mundo se va a acabar!!

No hay comentarios.: